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eNie dE eLeFaNte

De todos los hombres a los que amé de modos complicados, me quedé con sus segundas lumbares. Los hombres prohibidos tienen ese estigma que me ratifica: mi mano, ahí, cabe perfecta.

7 comentarios

anaïs -

mmm...
No sé quién tiene las lumbares con las que usted se haya quedado, si se quedó con alguna. Ya dije.

anonim -

soy una latita de trufas negras al natural (alguna vez vio una?). Podriamos hablar acerca del concepto de hombre? Creo que necesito aprender un poco.

anaïs -

Ary: es fantabuloso saberlo. Me encanta su complejiblog! gracias por pasar...

Anónim: ¿es usted tan latita de conserva? claro que se necesitan más cosas, pero no entre las piernas. ¡Mire el mundo!... ¿vio que sólo es criterio de definición en veterinaria? Además... si usted fuera hombre prohibido al que amar de modos complicados y... Pero no.
De todos modos no puedo yo saber la respuesta de su inicial pregunta: "¿quién tendrá mis lumbares?"... Quizá sus dueños las recuperaron, o usted nunca las tuvo. Si no lo sabe usté...

anonimo -

Acaso esto que llevo aqui entre las piernas no me define como tal? O se necesita algo mas para ser hombre?

Ary -

Es una buena forma de verificar el gusto por, o la complejidad de, es bueno saber que hay partes que encajan dentro de otras complejidades.

anaïs -

Si usted fuera hombre, anónimo.

anonimo -

Sera por eso que a partir de una determinada edad comienza inexorablemente la lumbalgia?
Quien tendra mis lumbares?