De todos los hombres a los que amé de modos complicados, me quedé con sus segundas lumbares. Los hombres prohibidos tienen ese estigma que me ratifica: mi mano, ahí, cabe perfecta.
De todos los hombres a los que amé de modos complicados, me quedé con sus segundas lumbares. Los hombres prohibidos tienen ese estigma que me ratifica: mi mano, ahí, cabe perfecta.
7 comentarios
anaïs -
No sé quién tiene las lumbares con las que usted se haya quedado, si se quedó con alguna. Ya dije.
anonim -
anaïs -
Anónim: ¿es usted tan latita de conserva? claro que se necesitan más cosas, pero no entre las piernas. ¡Mire el mundo!... ¿vio que sólo es criterio de definición en veterinaria? Además... si usted fuera hombre prohibido al que amar de modos complicados y... Pero no.
De todos modos no puedo yo saber la respuesta de su inicial pregunta: "¿quién tendrá mis lumbares?"... Quizá sus dueños las recuperaron, o usted nunca las tuvo. Si no lo sabe usté...
anonimo -
Ary -
anaïs -
anonimo -
Quien tendra mis lumbares?